Los cuartos de baño han sido, desde su existencia, sitios místicos. Momentos de soledad e intimidad, donde sacamos nuestro yo más profundo (dicho así puede sonar un poco mal). Me refiero a esas manías que tiene cada uno. Algunos tendrían una librería especializada para no aburrirse, otros instalarían allí hasta la playstation, por no hablar de las cosas misteriosas y desconocidas que hace una mujer (o varias) en un baño.
No obstante, el otro día me encontré cantando en una ducha sin saber porque, cosa que me hizo reflexionar. Tal ducha, era una ducha “de lujo“, incitaba al cante (y no me refiero a olores…). Cuando me refiero a “de lujo“ me refiero que tenía una acústica impresionante, envidiable por muchos auditorios, donde no cantar parece una falta de respeto hacia ella. De hecho, creo que una buena acústica en una ducha debería ser una condición sine qua non y aparecer en el CTE.
Dicha ducha (de lujo), era una ducha con mampara, el no va más en acústica de duchas. Al tratarse de un espacio cerrado, actúa como una caja de resonancia, le da una mayor reverberación a nuestra voz, pues el sonido rebota contra varias superficies antes de llegar a nuestros oídos. Además, el hecho de que las paredes estén recubiertas por azulejos, con bordes redondeados, mejoran dicho efecto de rebote de la onda sonora. De hecho, nos llega con una temporalidad diferente, dependiendo del material y diferencia de materiales donde reboten dichas ondas.
Esto hace que estemos rodeados por nuestros propios ecos, dando como resultado una voz más profunda (se mantienen los graves, donde la cagamos menos). Aparte, al acoplarse los distintos sonidos, se enmascaran las notas desafinadas y los sonidos parecen más rítmicos.
De hecho, tan buena es la acústica de los baños que tengo entendido que algunas discografías han grabado discos en enormes baños de hoteles, mansiones o discotecas.
No obstante, me da que pensar que un espacio no destinado a tal fin sea muchas veces capaz de tener una mejor acústica que un sitio donde ésta debería ser más que adecuada.